lunes, 25 de septiembre de 2017

Legalidad, convivencia y democracia

Qué nadie nos haga creer lo contrario, lo que está sucediendo en Cataluña tiene unos responsables directos, los independentistas que se saltan la Ley; que trasgreden las normas que rigen y salvaguardan nuestro Estado Derecho, nuestra Constitución y el Estatuto de Autonomía de Cataluña y que, además, lo hacen bajo la excusa de defender la democracia. En los últimos días la justicia ha actuado para desmontar la celebración de un referéndum ilegal. Tengo que alzar la voz en reconocimiento a la acción de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de Estado y de todas las personas que están haciendo cumplir la Ley. El Gobierno, con Mariano Rajoy al frente, está actuando conforme a sus obligaciones y sigue siendo la mejor garantía de la convivencia pacífica y la defensa del Estado de Derecho. Es fundamental que en una democracia las autoridades públicas respeten la Ley y Puigdemont ha decidido agredir y transgredir el orden constitucional. Ante esto, la respuesta del Ejecutivo y el Poder Judicial ha sido impecable, proporcionada y firme. Y seguirá siéndolo frente a todos aquellos que intenten sembrar el caos y la discordia. El proyecto separatista pretende usurpar los derechos democráticos de los ciudadanos. La autodeterminación no está prevista en ninguna Constitución y el derecho a decidir que propone la Generalitat encubre la autodeterminación. Cada día se hace más evidente que el referéndum no va a celebrarse. Y, ante esta situación sin salida, la Generalitat y los partidos radicales que la apoyan, han intensificado sus provocaciones y su desprecio a la Ley. Buscan una respuesta desproporcionada y apelan al victimismo para seguir en su senda separatista. Frente a los que quieren traspasar la Ley; a los que atentan contra nuestro Estado de Derecho y arengan a las masas a salir a la calle a perturbar la armonía, se sitúan el Gobierno, el Partido Popular con el apoyo de PSOE y C´s y todos los demócratas que respetamos la Ley y creemos en la justicia. Qué no intenten engañarnos, esta es la mayor de las falacias a la que todos los españoles nos hemos enfrentado en muchos años. Cataluña es una parte esencial de España y debe seguir siéndolo. Y para garantizarlo el Gobierno seguirá actuando con mesura y contundencia. Legalidad, convivencia y democracia constituyen los límites que no se puede traspasar.

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