martes, 11 de octubre de 2011

100 días

Nova lexislatura pero idéntico proceder; remodelado equipo de goberno pero estilo semellante. A Deputación de Lugo mantén as maneiras insufladas polo himeneo entre socialistas e nacionalistas dos catro anos anteriores, que, fieis o seu estilo, amparan a bicefalia, porque para eso hai copresidentes flanqueados polos seus respectivos grupos e competencias e orzamentos consecuentemente repartidos; o sectarismo, sustentado sobre o principio de primeiro os meus e despois o resto, e, por riba de todo, o interese partidista, porque, se esa é a intención, a case todo se lle pode intentar sacar rédito electoral.

Polo demais, nada de nada. Nestes primeiros cen días aínda nin vislumbramos o decálogo de compromisos que esgrimiu con vehemencia José Ramón Gómez Besteiro durante a investidura.

Baste coma exemplos os dous primeiros puntos dese manual de intencións: a cooperación cos concellos e a loita contra o desemprego.

Os concellos, apremiados pola calamitosa situación económica e conscientes de que non se oteaba no horizonte ningún respaldo por parte da administración provincial, tomaron a iniciativa e, dun xeito ou outro, sopesan alternativas para, sobre a base da unión, optimizar recursos. Optimar é o obxectivo e, neste tempos, a receta pasa indiscutiblemente pola unión e colaboración institucional, aínda que algúns sean máis partidarios da confrontación constante.

E qué dicir do paro. Esa gran lacra.

Cando se presentou o plan Lugo Emprega, amén da aludida inxerencia na autonomía municipal, non tiven reparos en tachalo de inmoral por mercadear co drama persoal que supón querer traballar e non poder; e facelo, ademais, cun descarado interese electoral. Estaba claro que esa non era a solución e inevitablemente os feitos así o refrendaron. Dixen entón, e manteñoo agora, que só dende a constancia e a continuidade se pode activar o mercado laboral.

Cando o pasado mes de marzo o desemprego na nosa provincia experimentou un leve baixa, Gómez Besteiro non tivo reparos en vincular esa circunstancia á vixencia do Lugo Emprega. Foi unha apreciación dun mal gusto supino e dun cinismo sen precedentes. Nembargantes, non o escoitei agora, empregando a mesma reflexión simplista, asumir que o incremento do paro rexistrado o pasado mes de setembro fora consecuencia do finiquito dese plan, a pesares de que, botando números, case lle corresponde a metade redonda.

Tampouco se ruborizou cando no último pleno provincial recoñeceu sen remordemento que a Deputación non contemplaba retomar esta iniciativa nin sequera barallar outras cun fin semellante. Ese é o seu compromiso co emprego.

En fin, pouco cabe agardar dunha administración que, a falta de méritos, asume coma propios os que, en honor á verdade, debería cando menos compartir coa Xunta de Galicia, como é o caso da rede provincial de parques de bombeiros.




Nueva legislatura pero idéntico proceder; remodelado equipo de gobierno pero estilo semejante. La Diputación de Lugo mantiene las maneras insufladas por el himeneo entre socialistas y nacionalistas de los cuatro años anteriores, que, fieles a su estilo, amparan la bicefalia, porque para eso hay copresidentes flanqueados por sus respectivos grupos y competencias y presupuestos consecuentemente repartidos; el sectarismo, sustentado sobre el principio de primero los míos y después los demás, y, por encima de todo, el interés partidista, porque, si esa es la intención, a casi todo se puede sacar rédito electoral.

Por lo demás, nada de nada. En estos primeros cien días todavía no vislumbramos el decálogo de compromisos que esgrimió con vehemencia José Ramón Gómez Besteiro durante su investidura.

Baste como ejemplos los dos primeros puntos de ese manual de intenciones: la cooperación con los ayuntamientos y la lucha contra el desempleo.

Los ayuntamientos, apremiados por la calamitosa situación económica y conscientes de que no se oteaba en el horizonte ningún respaldo por parte de la administración provincial, tomaron la iniciativa y, de un modo u otro, sopesan alternativas para, sobre la base de la unión, optimizar recursos. Optimizar es el objetivo y, en estos tiempos, la receta pasa indiscutiblemente por la unión y colaboración institucional, aunque algunos sean más partidiarios de la confrontación constante.

Y qué decir del paro. Esa gran lacra.

Cuando se presento el plan Lugo Emprega, amén de la aludida ingerencia en la autonomía municipal, no tuve reparo en tacharlo de inmoral por mercadear con el drama personal que supone querer trabajar y no poder; y hacerlo, ademáis, con un descarado interés electoral. Estaba claro que esa no era la solución y inevitablemente los hechos así lo refrendaron. Dije entonces, y lo mantengo ahora, que únicamente desde la constancia y la continuidad se puede activar el mercado laboral.

Cuando el mes de marzo pasado el desempleo en nuestra provincia experimentó una leve bajada, Gómez Besteiro no tuvo reparos en vincular esa circunstancia a la vigencia del Lugo Emprega. Fue una apreciación de un mal gusto supino y de un cinismo sin precedentes.

Sin embargo, no lo escuche ahora, usando la misma reflexión simplista, asumir que el incremento del paro registrado el pasado mes de septiembre fuera consecuencia del finiquito de este plan, pese a que, echando números, casi le corresponden la mitad redonda.

Tampoco se sonrojó cuando en el último pleno provincial reconoció sin remordimiento que la Diputación no contemplaba retomar esta iniciativa ni siquiera barajaba otras con una finalidad semejante. Este es su compromiso con el empleo.

En fin, poco cabe esperar de una administración que, a falta de méritos, asume como propios los que, en honor a la verdad, debería por lo menos compartir con la Xunta de Galicia, como es el caso de la red provincial de parques de bomberos.

6 comentarios:

Cuadros dijo...

100 días, en este breve lapso de tiempo se nos ha demostrado mas que fehacientemente que las maneras no han cambiado con respecto al pasado, que va!!!! muy al contrario, mas de lo mismo.
La Diputación, con su presidente a la cabeza , está más preocupada de las subvenciones a los medios afines y su control, del K0 y su afán presidencialista o de salir con el perfil agraciado en los medios que de lo realmente necesario, el empleo y la ayuda y fomento del mismo.
La Diputación debería dejarse de luchas intestinas ( pregunten al Sr Gato en Monterroso) y dedicarse a lo que realmente se debería de dedicar.
Saludos, queda menos para el cambio!

Anónimo dijo...

La formación de gobiernos de perdedores cuyo único objetivo es pisar moqueta es lo que tiene.

Anónimo dijo...

Mientras ellos estén " colocados" , ¿qué les importa que los demás estemos en paro?

Cernadas dijo...

Lo que no hicieron en cuatro años no lo van a hacer en ocho. Lo que hicieron durante los ultimos cuatro años lo seguiran haciendo los próximos. No gestionaron correctamente ni defendieron los intereses de nuestra provincia. Ni lo harán en esta legislatura. Lo único que hicieron y seguirán hacendo es clientelismo, demagogia y repartirse el dinero entre ellos y las cuatro alcaldías nazional/socilistas que les quedan en las provincias. Espero que Rajoy mete en vereda a todos estos neptos que dilapidan nuetros impuestos.

Anónimo dijo...

Xa se veu o que era o Plan Lugo Emprega, como dixemos algúns cando se implantou: unha compra de votos impúdica. Por non falar da selección do persoal, unha vergonza.

mateo dijo...

Que se podía esperar desta cuadrilla de talentos políticos provinciais. Atopáronse co agasallo do poder e agora a vivir durante outros catro anos.