jueves, 3 de enero de 2013

Feliz Navidad

Cada uno tiene su retrato idílico de Navidad. Pienso incluso que hasta los que reniegan de estas fechas lo tienen. Hecho a medida, claro está. Precisamente por su componente personal e íntimo, en esta imagen bucólica resulta tan importante el escenario como los componentes que lo conforman; la ubicación física, adornada (o no) con los elementos típicos tópicos de estas fechas, y los participantes en los encuentros y los lazos afectivos que nos unen a cada uno de ellos. Hasta las condiciones atmosféricas y la banda sonora son relevantes a la hora de construir ese icono. Todo es importante y los detalles, determinantes. La Navidad está llena de recuerdos, ausencias, deseos, nostalgia, silencios, sonrisas, risas, música, suspiros… y también lágrimas. De todo hay. Pero la Navidad, por encima de todo, es tiempo de reencuentros. Y en este momento en el que las circunstancias no son proclives a favorecer el espíritu festivo que tradicionalmente acompañaba estos días, resulta aún mucho más entrañable de lo habitual el acercamiento a la familia y a los amigos a los que nos empuja la Navidad. En los malos tiempos es la generosidad y el calor de las personas más próximas la que mejor mitiga el desconsuelo. Y la que más reconforta. Abogo porque todos seamos hospitalarios y generosos y nos pongamos en el lugar de aquellos para los que estas fiestas serán menos dichosas de lo que deberían. Entre el runrún de los villancicos y el calor de las luces, por muy tópico que suene, también surgen los sentimientos más profundos, la bonhomía con la que todos estamos dotados. La solidaridad más sincera y también la más generosa. Es cuestión de dejarse llevar. La realidad es dura para muchas familias y en este tiempo se siente con más aspereza esa adversidad. En los malos tiempos se agradece con mayor efusión el cariño y apoyo que nos manifiesten. No escatimemos su expresión. Deseo a todos felicidad en estos días y, puesto que es tiempo de compartir e ilusionarse, considero que debemos abrirnos a la esperanza y confiar en que todo, aunque sea con lentitud, mejore. Feliz Navidad y próspero 2013.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Buen artículo.Estoy totalmente de acuerdo.Feliz año nuevo.

Anónimo dijo...

Feliz año Xosé Manuel. Que el 2013 sea algo mejor que el 12

manto dijo...

para muchos de nosotros , en estas fechas, la familia lo es todo, tanto por los que se fueron como los que todavía están a nuestro lado.
Felices fiestas para ti también Xosé Manuel

Marcelo dijo...

La familia y los amigos som parte esencial en nuestra vida. Estoy seguro de q la política del partido popular nos permitirá volver más pronto q tarde a quienes tuvimos q huir por la falta de oportunidades laborales en aquellos años tan mal gestionados x los socialistas. Feliz año nuevo

José Ángel dijo...

Nadal para min e sinónimo de paz, perdón, amizade... Demore pensas no moito que red, inda que moitas veces non se valora.
No Nadal e Feliz Año.

Jose dijo...

Nunca tan importante para muchas personas ha sido la familia como en estas Navidades, porque desde luego muchos motivos de alegría no hay.

Bonito artículo, José Manuel. Mientras lo estaba leyendo no dejaba de pensar en "It's A Wonderful Life" y el personaje protagonista, el inolvidable George Bayley, interpretado por James Stewart después de servir en las Fuerzas Aéreas durante la IIGM.

Juan Carlos dijo...

Bonita entrada, Xosé Manuel.
La verdad es que cuando uno se va haciendo mayor la navidad ya no es lo mismo, pero siempre se puede recuperar parte de aquella ilusión infantil fijándose en los más pequeños; los hijos, los sobrinos...
Feliz año.

Anónimo dijo...

feliz navidad y que el 13 sea mejor que el 12, os deseo un montón de acierto para que nos saquéis de esta