lunes, 22 de septiembre de 2014

Fronteras

Lo ocurrido en Escocia, además de la repercusión que tiene para los afectados directos, tiene manifiestamente una gran transcendencia en nuestro continente y nombradamente en España. En definitiva, la mirada de Europa, más concretamente de la Unión Europea, estuvo puesta en este proceso desde que comenzó, como inevitablemente también es el caso de Cataluña. Y los escoceses dijeron no, con más contundencia de lo auguraban las encuestas además. Se trataba de reestablecer fronteras. Y eso, tanto en Reino Unido como en España, equivale a sopesar si es más lo que nos une o lo que nos separa; a confrontar corazón y cabeza o lo que lo mismo es, sentimiento y razón. Ese era y es el debate. Equivocado, pienso. ¿No resultaría más productivo encauzar ese sentimiento nacionalista, inicialmente legítimo y hasta necesario, hacia la unión? ¿No sería más ventajoso profundizar en las coincidencias que en las diferencias? El debate abierto, hablemos de Escocia o de Cataluña, abre o quizás cierra caminos a reivindicaciones semejantes en diversos puntos de Europa. Inexorablemente en el punto de mira está Ucrania, con todos los particularismos que a nadie se le escapan. Y para mi esa mirada lleva aparejada una vista atrás y una igualmente inevitable referencia a lo ocurrido en los Balcanes, consecuencia precisamente del restablecimiento de las fronteras. Tengamos presente que la autodeterminación, y el posterior proceso de secesión al que está unido, se contrapone a la propia idea de Europa, que apuesta por integrar estados y no por fragmentarlos. Los propios promotores de estas iniciativas separatistas caen en la contradicción al autoproclamarse, sin dudas además, defensores a ultranza del europeísmo. Los escoceses, como bien dijo el presidente Rajoy, optaron por la integración, la apertura, la estabilidad y la seguridad y rechazaron la segregación, el aislamiento, la incerteza y el riesgo. Tengamos presente su ejemplo. Pero, en cualquier caso, no olvidemos tampoco que el debate, únicamente ya su formulación, debilita, por sí mismo, la idea de Europa. Hay diferencias obvias entre Escocia y Cataluña, empezando porque la consulta prevista aquí es ilegal, pero quiero resaltar que el grado de autonomía de Cataluña es mucho mayor del que tendrá Escocia tras decir no.

8 comentarios:

Destornillador dijo...

Los nacionalismos chocan frontalmente con los principios que dieron lugar a la creación de la Unión Europea, en un mundo globalizado como en el que vivimos carece de sentido los localismos que son un impedimento para introducirse en otros mercados, así como una limitación en términos de competitividad.
Escocia decidió continuar formando parte del Reino Unido, ello es una buena noticia no solo para sus ciudadanos que corrían el riesgo de que se produjera una fuga de capitales y una deslocalización de sus empresas, lo que implicaría un paso atrás en términos de PIB y consiguientemente en disponibilidad de renta, sino también para el conjunto de Europa porque de esta forma se envía un claro mensaje de que el futuro de Europa no pasa precisamente por nacionalismos que suelen traer consigo pobreza (en términos económicos y culturales) y aislamiento.

Anónimo dijo...

Acertada reflexión
yo añadiría; cual es el motivo de esta consulta?
La respuesta siempre es y será la misma, LOS POLÍTICOS IRRESPONSABLES que llevan a sus ciudadanos a navegar contracorriente sin importar las consecuencias de ello.
en mi opinión el Sr Cámeron ha sido un torpe dejando que esto pasase, un zapatero de la vida, que piensa que hay que contentar a todos riéndoles las gracias
En la vida hay que saber decir no.
Como espero que Rajoy se lo diga bien claro a Mas

Anónimo dijo...

Acertada reflexión
yo añadiría; cual es el motivo de esta consulta?
La respuesta siempre es y será la misma, LOS POLÍTICOS IRRESPONSABLES que llevan a sus ciudadanos a navegar contracorriente sin importar las consecuencias de ello.
en mi opinión el Sr Cámeron ha sido un torpe dejando que esto pasase, un zapatero de la vida, que piensa que hay que contentar a todos riéndoles las gracias
En la vida hay que saber decir no.
Como espero que Rajoy se lo diga bien claro a Mas

Anónimo dijo...

Creo que el grado de descentralización del estado del que gozamos en España, no es comparable.
Ellos comienzan ahora un camino que en España lleva años, no obstante el hecho de que haya políticos que apuesten por estas consultas separatistas ya da que pensar.
Es la demostración palpable de que políticas equivocadas provocan ruina, separación y a la postre ira entre los pueblos hermanos.
A alguno habría que hacerle un test psicotécnico antes de presentarse a cargo público

Anónimo dijo...

Coma sempre no análise Xosé Manuel.
Apertas

Anónimo dijo...

nun mundo globalizado, que sentido tiene separarse? que sentido el poner fronteras a las personas y a los bienes que estos generan?
a mi lo que me preocupa es el radicalismo de esta gente, un germen que hay que atajar como sea, después no nos extrañemos de cosas como Bosnia

Anónimo dijo...

noraboa polo artigo Xosé Manuel
Agardo que as medidas que se otmen co Sr Mas e co Molt Honorable sean o suficientemente contundentes coma para lle sacar as ganas por tempo
Saúdos

Anónimo dijo...

esta fin de semana seica Arturo Mas vai levar a cabo a súa ameaza secesionista
Ben sei que o Goberno non a ha permitir, máis, o problema segue a estar.
Non se vai parar este proceso, por chammarlle algo, só cun Real Decreto, as medidas han ser contundentes, expeditivas incluso.
Hay que sacarlle as ganas de que o repitan unha e outra vez e segan co mesmo xogo.
Creo que as medidas deben de ser o suficientemente duras, coma para que a cidadanía de Cataluña o pense duas veces ben