Respeto a las tradiciones

No han pasado ni 24 horas desde la toma de posesión de los nuevos alcaldes y en Galicia ya hemos notado una “marea” de cambios. Los primeros son formales y nos dejan entrever una nueva forma de hacer política en la que prima el afán rupturista por encima de los intereses de los ciudadanos. Hoy Lugo acoge la Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia; una tradición que se ha mantenido intacta desde hace tres siglos, en la que Betanzos, Mondoñedo, Lugo, Santiago de Compostela, A Coruña, Tui y Ourense, las ciudades del antiguo Reino, se turnan como oferentes, con la presencia en la ceremonia de sus respectivas autoridades municipales. Jorge Suárez, Xulio Ferreiro y Martiño Noriega (Ferrol, A Coruña y Santiago) hoy, no acudirán. Cada uno con sus matices, justifican la decisión en la defensa de unas instituciones laicas. Pero la realidad es que supone la ruptura de una tradición que se remonta al año 1669 y, en el fondo de la cuestión, subyacen posicionamientos personales rupturistas. Romper con todo no es bueno, es un error. Por encima de las creencias personales e intereses partidistas, los nuevos regidores deberían plantearse la necesidad de representar al conjunto de la sociedad. A todos. El “alarde de laicidad” de los nuevos alcaldes pone también en entredicho tradiciones como el Apóstol, en Santiago, o la Semana Santa de Ferrol. Está todavía por ver si el Sr. Martiño Noriega participará en la ofrenda al Apóstol el próximo 25 de julio; mientras que el alcalde de Ferrol, el Sr. Jorge Suárez, ya ha dicho que no subvencionará la parte religiosa de la Semana Santa. Las Cofradías han anunciado que se no podrán mantener, sin esa ayuda, las procesiones tal y como se celebran hoy en día. El Apóstol en Santiago y la Semana Santa en Ferrol son tradiciones religiosas seculares, si; pero son, sobre todo, dos de los principales atractivos turísticos de nuestra comunidad, generadores de riqueza económica. Fuera de Galicia, los nuevos rostros municipales, también empiezan a dejar ejemplos de su afán rupturista. El recién estrenado alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, de Bildu, no lanzará el chupinazo este año. Son decisiones que sólo empobrecen nuestro patrimonio cultural. Es una lástima que sus intereses personales nos afecten a todos y pongan en peligro el potencial turístico y económico de España.