lunes, 21 de mayo de 2018

Ser gallego, una forma de ser español

Como cada 17 de mayo desde 1963, esta semana todos los gallegos celebrarmos el Día de nuestras Letras, de nuestra lengua, de nuestra cultura… Celebramos que somos y nos sentimos gallegos. Celebramos nuestras peculiaridades, nuestra idiosincrasia, nuestra singularidad como pueblo. Este año, por cuarta vez en la historia, la homenajeada ha sido una mujer: Victoria Moreno Márquez. Esta extremeña de nacimiento llegó a Galicia con 22 años y, como ella misma afirmó, se enamoró de nuestra tierra y de nuestra lengua. Es una de las voces pioneras de la narración en gallego y destacó por su trayectoria profesional y su compromiso con la enseñanza. La relación de amor de Victoria con el gallego reafirma un viejo dicho: que somos un pueblo acogedor. Galicia, la cultura gallega y la lengua gallega acogen con “agarimo” a todos los que deciden visitarla y los invita a quedarse para siempre. Incluso me atrevería a decir que a muchos, como a Victoria Moreno, los atrapa. No es una cuestión de magia, o de meigas, es que, frente a otras culturas que apuestan por excluir, los gallegos tenemos ese “don de gentes”, esa capacidad acogedora inherente a nuestra cultura. Nuestra lengua ha sido, es y será nuestra fuente de riqueza y una de nuestras señales de identidad y es una pena que muchos quieran usarlo para fomentar la división social. Algunas formaciones políticas pretenden hacer suya una celebración que es patrimonio de todos los gallegos, emplean el discurso de la lengua para obtener réditos electorales y esto no es tolerable. Afortunadamente, no han conseguido trasladar esa fractura a la sociedad gallega. Desde el Partido Popular entendemos el gallego como herramienta de cohesión y de unión de un pueblo. Defendemos que no tiene por qué haber problemas idiomáticos, que la convivencia pacífica en las instituciones y en la calle entre el gallego y el castellano es posible. Soy de los que opinan que hoy y siempre nuestra lengua debe permanecer viva y creo que debemos seguir trabajando para ello, seguir fomentando, como lo viene haciendo el actual Gobierno de la Xunta, políticas de dinamización lingüística. Yo tengo presente el gallego todos los días del año. Hablo gallego desde niño, pero también hablo castellano y uso indistintamente ambas lenguas, con total libertad. Me siento gallego de corazón y así lo hago saber allá donde voy pero también me siento español y es que para mí sentirme gallego es una forma de ser español.

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