Reflexión

Es obvio que el contexto social, económico y político que vive España es diferente al de hace algunos años. La crisis económica, que afortunadamente estamos remontando, condicionó sustancialmente nuestro comportamiento y muy especialmente la percepción de la vida o, dicho de otra manera, el modo de formular o imaginar nuestro particular proyecto vital. Las circunstancias obligan a cambiar hábitos, opiniones, sensibilidades y comportamientos. Esta coyuntura, en consonancia con el devenir social y, en consecuencia, político, invita a hacer una reflexión pausada y sesuda y a ponderar opciones o alternativas sobre cuestiones que, aunque siempre latentes, se presenta ahora como una demanda ciudadana mucho más acuciante. En este contexto, considero, hay que enmarcar la agenda de calidad democrática o de regeneración institucional propuesta por el presidente Rajoy. Cuestiones como limitar el aforamiento; que en el los ayuntamientos gobierne la lista más votada; o reducir el número de diputados e incluso de municipios son algunos de los asuntos propuestos y sobre los que el Partido Popular reflexionará en la escuela de verano que se desarrollará en los próximos días. Son propuestas de debate, que requieren, como ya indiqué, una reflexión pausada y juiciosa, y también consenso para, de concluir que es conveniente llevar a cabo alguna actuación o alguna modificación legislativa, poder desarrollarla con la normalidad que el asunto requiere. En el fondo, no es nada nuevo. Son cuestiones ya aludidas con anterioridad y no únicamente por el Partido Popular, también por otras formaciones políticas, por lo que me sorprende un poco las reacciones y lecturas que este debate suscitó entre algunos líderes políticos. Unas reacciones, algunas algo desproporcionadas, que espero no denoten equietud ante los retos o directamente miedo al debate en sí.