martes, 2 de diciembre de 2014

Presupuestos

Siempre y cuando hago referencia a la situación económica en la que se encuentra nuestro país, algo ineludible cuando se habla de presupuestos, insisto mucho en contextualizar, en establecer e antes y el después que supuso la entrada en el Gobierno del Partido Popular. Déficit, recesión, empleo, tasa de afiliación a la Seguridad Social, confianza, sector financiero… son aspectos o conceptos que inexcusablemente hay que mencionar y comparar. La conclusión a la que se llega, echando mano de los datos objetivos, es de que, en estos tres años de legislatura de duros ajustes y sacrificios, se logró un cambio de tendencia. Paulatino, más lento de lo deseable, sí. Pero un cambio en definitiva que cambia significativamente y cuantitativamente la situación inicial, que todos sabemos lo delicada y complicada que era. Y esa mejora se va consolidando y, lo más importante vigorizando cada día un poquito más. Los presupuestos del Estado para el próximo año, como ya tuve la oportunidad de decir durante el debate que sobre este asunto mantuvimos esta misma semana el pleno de la Cámara Alta, son los de reconocimiento al esfuerzo desarrollado por la sociedad española en su conjunto durante estos últimos años, llenos de sacrificios y dificultades. Garantizan la estabilidad, la continuidad de nuestro Estado de Bienestar; son realistas porque se hacen previsiones avaladas por datos y hechos y no por elucubraciones, deseos o interés electoral, y, un aspecto fundamental, constata la recuperación de la confianza, interna y externa, en nuestro país. La confianza es fundamental en todos los ámbitos de la vida pero obligada y un pilar central e imprescindible cuando se trata de economía. Si no hay confianza, todo falta. Bien lo sabemos. Esta es la situación. Reconozco y comprendo que se eche en falta más inversiones directas, por ejemplo; un incremento mucho más sustancial de las partidas dedicadas a determinados servicios públicos… todos los matices y peros que se puedan hacer; en definitiva, los presupuestos, como cualquier otra medida o actuación política, son susceptibles de valoración y opinión. Pero pongámonos en situación, tengamos muy presente el contexto y sobre todo admitamos que estos presupuestos, ya no tan restrictivos como los anteriores, garantizan, como los precedentes, nuestro Estado de Bienestar, la prestación y calidad de los servicios públicos básicos. Afiancemos posiciones y continuemos avanzando.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

unos presupuestos realistas para ayudar a la gente
que nuestra ciudadania aprecie la recuperación real en sus bolsillos y que por fin podemos ver la salida del tunel.

Anónimo dijo...

en nuestras manos está tener la credibilidad que la sociedad demanda,
ha tocado apretarse el cinto, ahora toca un poco de desahogo por fin.
Suerte Barreiro, que estamos por el buen camino

Anónimo dijo...

non teño dúbida de que os presupostos son os máis axeitados e realistas, pero aiunda queda moito por facer, moito moito: refora do sector público, medidas concretas no ámbito da xustiza, garantir a educación e a sanidade....
tedes un traballo de xigantes por diante

Anónimo dijo...

Llegar hasta donde estamos ha costado mucho esfuerzo
deberíais de contar como estaba la cosa

Anónimo dijo...

los presupuesto deberían de consolidar lo que nos ha costado tanto a todos.

Anónimo dijo...

os presupostos aumentan, é certo que vimos de donde vimos, do desastre, pero tampouco o explicades suficientemente, ou se o facedes, non sabedes trasmitilo
Só agardo de que estes servan para que se consolide o crecemento

Anónimo dijo...

aquí xa moitos fixemos esforzos, agora toca que se nos devolva algo de ese esforzo, eu que son funcionario, agardo que se non de golpe, si pouco a pouco, nos resarzades do esforzo que levamos feito, pagas extras, recuperación do poder salarial etc etc

Anónimo dijo...

os presupostos da recuperación, bueno, agardemos que o vexamos nas carteiras
Agora si, comunicades mal non, o seguinte.

Anónimo dijo...

bo artigo xosé Manuel