martes, 3 de noviembre de 2015

El cambio en positivo

Esta semana el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy disolvía las Cortes y convocaba elecciones generales. Esta ha sido, sin duda, la legislatura del “cambio en positivo”, porque hemos pasado de la recesión a liderar el crecimiento de la zona euro. Estamos satisfechos, aunque no del todo, por eso tenemos la mirada puesta en el horizonte realista de 20 millones de ocupados en 2020. El Gobierno tuvo que emprender el conjunto de reformas más ambicioso de nuestra democracia, reformas que han garantizado el mantenimiento del Estado de Bienestar y han asegurado la sostenibilidad del sistema público de pensiones. Esas eran nuestras premisas fundamentales, las líneas rojas que no podíamos ni queríamos cruzar y que si cruzaron otros congelando las pensiones. La corrupción ha estado presente estos cuatro años. No es inherente a un partido, es propia de quien abusa de una posición de poder; pero la solución no puede partir de propuestas populistas sino de medidas concretas de regeneración democrática como las que hemos acometido. Nuestro Gobierno es el que más reformas ha llevado a cabo para contra la corrupción en los últimos 40 años. El desafío secesionista marcó también parte de la legislatura. Rajoy está liderando la unidad de todos los demócratas. Nuestro Gobierno veló siempre por los catalanes, les dio respuestas a sus problemas, pero siempre dentro de la legalidad. Más empleo, más políticas sociales y menos impuestos, esta es la herencia del Gobierno de Rajoy. Enfrente, el legado de los socialistas: la desconfianza; por eso, lo primero que tuvimos que hacer fue recuperar esa confianza perdida; porque si nadie confía en que un país va a cumplir con sus obligaciones, nadie le presta dinero y nadie invierte en él. Sin confianza no hay recuperación. Hoy sólo niegan que estamos mejor que hace tres años quienes deliberadamente cierran los ojos ante la realidad, porque les interesa cerrarlos para obtener réditos políticos. Hemos tenido que tomar medidas duras e impopulares, muchas incluso contrarias a nuestro programa electoral, pero eran imprescindibles. Hemos demostrado que el nuestro no ha sido un Gobierno que actuara pensando en las urnas, sino en el beneficio conjunto de los españoles. Queda todavía mucho por hacer y el proyecto del PP es el único que garantiza que no se va perder todo lo conseguido estos años con la solidaridad de todos los ciudadanos. No podemos poner en riesgo todos estos logros apostando por iniciativas encaminadas a que se unan perdedores para alcanzar el Gobierno.

3 comentarios:

José Ángel dijo...

Los resultados están ahí. El balance es sumamente positivo aunque la sociedad no lo aprecei en su debida medida.
Otros cuatro años del Partido Popular al frente del Gobierno de la Nación serán sumamente positivos para reafirmar la estabilidad económica de España.

Anónimo dijo...

no hay duda de que el cambio que se ha dado ha sido para mejor, en lo económico y en la estabilidad de este gobierno. El tema catalán es complejo, necesita cierta dosis de mano izquierda y de proporcionalidad, estoy mas que orgulloso de como se está afrontando, sin sobreactuaciones, ni malos modos, eso si, deseo que la respuesta al desafío sea lo suficientemente contundente como para que los que vengan después, no les quede ganas de cometer traición a todos los españoles.

Anónimo dijo...

sinceramente, me ha sorprendido Rajoy, por estar llevando el tema catalán con un buen saber que es digno de elogio, cuando se hacen mal las cosas hay que decirlo, pero cuando se hacen bien, también. Sólo espero que la izquierda traidora no nos meta la puñalada trapera en el peor momento.