Es el momento de la responsabilidad

Este miércoles arrancó la XI Legislatura con la constitución de las dos Cámaras: el Congreso y el Senado. Ha sido un inicio de legislatura atípico, marcado por el espectáculo que han promovido algunos dejando de lado el rigor y la seriedad. Unos saludaron con el puño en alto y juraron la Constitución para cambiarla; otros hasta la “república catalana” y los gallegos de En Marea terminaron su discurso en portugués. Es, en mi opinión, la escenificación patética de lo que se hace llamar la nueva política, que entra ridiculizando la Ley en las mismas Cámaras en las que se redactan los textos legislativos y que pretende convertirlas en platós de televisión. Ante este esperpento solo cabe recuperar la sensatez que muchos nunca hemos perdido. Hace falta más que nunca un gran pacto de Estado que ofrezca certidumbre. Es el momento de la responsabilidad, la altura de miras y el sentido de Estado. Hay que poner la vista en Europa, los grandes partidos españoles deben seguir los ejemplos de las grandes democracias europeas; Alemania y Francia nos demuestran el sentido de Estado de sus fuerzas políticas en momentos de dificultad. Los ciudadanos españoles no se merecen coaliciones oportunistas con partidos extremistas ni independentistas que pongan en riesgo todo lo que hemos logrado en 37 años de democracia. Pedro Sánchez ha abdicado de los principios generales del PSOE para ser presidente del Gobierno, ha pactado en el Senado con los que quieren romper España; ha permitido que Esquerra Republicana y Democràcia i Llibertat tengan grupo propio y eso no se hace a cambio de nada. Nosotros lo hemos dicho, antes y durante la campaña, y nos mantenemos firmes en nuestra postura: nunca pactaremos con partidos que quieren romper la unidad de España. El PSOE tiene aún la oportunidad de apostar por un gobierno de estabilidad y certidumbres; los socialistas tienen que elegir entre convertirse en rehén de los radicales e independentistas o decantarse por el interés general de los españoles. Mariano Rajoy ha tendido la mano para un gran acuerdo que permita formar un Gobierno de estabilidad y seguirá trabajando, con diálogo, para conseguirlo. Es lo que nuestro país necesita para consolidar la recuperación y el único garante de la unidad frente al chantaje secesionista.