PACTOS CONTRA EL PP

Los movimientos políticos de Podemos estos últimos días los han acabado de retratar. Primero se han acercado a IU para sellar un acuerdo entre populistas y comunistas, los mismos que gobiernan en Venezuela. Y luego tienden la mano al PSOE para formar una candidatura conjunta al Senado. Seamos claros, no son pactos para compartir proyectos, ideas o programas, ni para mejorar el bienestar de los españoles. Su único objetivo es conseguir sillones y desbancar al PP. En las elecciones del 26 de junio los españoles tendrán que elegir entre el Partido Popular o una suma de izquierdas en sus distintos formatos. Existe el riesgo de que se repita a escala nacional un “pacto a la granadina” para hacer presidente al perdedor de las elecciones. En Granada Albert Rivera, incumpliendo su promesa electoral, se ha echado en brazos de PSOE y Podemos. C´s no es un proyecto político serio, dicen una cosa y hacen la contraria; dicen que son el centro-izquierda, pero depende del día. Se han sentado a negociar con Podemos y han intentado hacer presidente a Pedro Sánchez; ahora ya no hay duda: votar a Ciudadanos es votar al partido socialista. Sánchez, en un nuevo giro de tuerca, rellena sus listas con nombres de históricos socialistas en un intento de lavar su imagen y recuperar el liderazgo perdido. Lo que tiene que hacer Sánchez es dar la cara y ser claro con los españoles, decir si tras el 26-J piensa aliarse con los populistas y comunistas. El PP ni ha participado ni va a participar de este tipo de teatros políticos. A nosotros nos preocupan los problemas de las personas. Somos el único partido que garantiza que sus votos no irán destinados a investir a ningún otro candidato que no sea Mariano Rajoy. Somos el único partido que ha mantenido la coherencia desde las elecciones del 20 de diciembre, los únicos que no hemos engañado a los españoles y así lo seguiremos haciendo. Mientras los demás confunden la economía con el gasto, el PP se dedica a crear empleo, a bajar los impuestos, a mejorar la confianza y a fortalecer el crecimiento. Lo positivo de estos meses ha sido que se ha generado un “efecto experiencia”; los españoles han podido conocer realmente quién es quién en la escena política y ahora las cartas están todas sobre la mesa.